Raymond Reddinton es el protagonista de la serie de la NBC The Blacklist. Red, como lo llaman alguno de los personajes de la serie, es un antiguo oficial del gobierno estadounidense que se convierte en uno de los criminales más buscados por el FBI. Dos décadas después se entrega a las autoridades, a cambio de inmunidad ofrece su ayuda para rastrear y atrapar a una lista de criminales y terroristas con los que se ha asociado en el pasado, esa lista es conocida como la Lista Negra.

Reddinton estudió en la academia naval, se graduó con 24 años suma cum laude, lo prepararon para ser almirante, pero en 1990 desapreció de la faz de la tierra, hasta que cuatro años más tarde una serie de secretos de estado empezaron a aparecer en manos de terroristas, es un delincuente, un facilitador, se dedica a negociar tratos con el mejor postor.

Raymond tiene una personalidad cautivadora, es sarcástico, culto, elegante, valora mucho la lealtad, así mismo, no duda en eliminar a aquel que se interponga en sus planes. Forma parte de la última hornada de personajes que se han puesto muy de moda en las series televisivas en los últimos tiempos.

Son los antihéroes, que se presentan, no como adalides de la defensa de la ley, la justicia y la reglas. Son débiles, ególatras, materialistas, descarrilados, perdidos y hasta de doble discurso, en ocasiones son asesinos malhechores y miembros de crimen organizando. Dexter Norman, Toni Soprano, Jack Bauer, Harvey Specter, Gregory House, Don Drapper y un larguísimo etcétera.

Protagonistas de personalidad magnética que logran que empatices con el personaje, obviamente no con sus métodos o sus motivaciones, pero casi estas desando que no los capture la policía, que se escapen, que nunca lleguen a pagar por sus crímenes, de alguna manera simpatizamos con ellos.

Raymond Reddinton va siempre por delante del FBI, del Gobierno, de los malhechores, de los buenos, de la policía, de los conciliábulos todopoderosos, siempre está un metro por delante de ellos, y eso es por dos razones:

1º Información. Red siempre está perfectamente informando de todo los que pasa alrededor, sus fuentes y su red de información está perfectamente al tanto de toda la circunstancia que pueden incidir en sus planes.

2º Planificación. Red siempre tiene todo planificado, es capaz de prever todos los escenarios posibles y es capaz de analizar las circunstancias que pueden incidir en la consecución de su plan.

El personaje que tan magistralmente interpreta James Spader tiene muy claros cuáles son sus objetivos y sabe cómo conseguirlos, conoce la importancia de la planificación para la consecución de sus planes. Tiene una importante red información clara y precisa ya que es conocedor de su valor. No se deja intimidar fácilmente, es conocedor de la importancia de la negociación y es extremadamente educado.

Serie emocionante que nos ha regalado con 8 temporadas y quién sabe si con alguna más, estaremos atentos. 

Mi afición por la serie sirve para ver las similitudes entre las necesidades actuales de la empresa y empresario y la personalidad de Raymond Reddinton. Ya que en estos momentos es más necesario que nunca aplicar mi particular PCR a la empresa. Planificación Control y Resultados.

Planificar no es tener una bola de cristal que nos diga cómo va a ser el futuro, como decía el maestro Yoda “el futuro siempre está en movimiento”. Se trata de plantear unos objetivos, delimitar los medios que vamos a necesitar y de establecer escenarios probables que nos podemos encontrar y cómo nos pueden afectar.

Controlar es establecer cuáles son las métricas necesarias que me pueden informar de las cuestiones importantes que van a afectar el rendimiento de la empresa. No tienen que ser muchas, cuatro o cinco a lo sumo, indicadores fundamentales que me informarán de la salud de mi negocio. 

Una vez que tenemos la información es de suma importancia analizar el resultado, ¿nos estamos desviando de los objetivos? ¿Cómo interpretamos la información? ¿Cómo índice en la consecución de mi planificación? 

Panificación, Control y Resultado, así de sencillo, solo hay que buscar un momento de calma, sentarse y reflexionar en las necesidades de tu empresa.

En los tiempos que corren en que un bisonte se pasea por los pasillos del Capitolio, que un trineo tirando por perros avanza por las calles nevadas de Madrid, que nuestra esperanza se halla en viales congelados a ochenta grados bajo cero, en que una red social borra el perfil del presidente de la mayor democracia de la tierra, parece que tenemos que estar más que nunca preparados para no estar preparados para nada.

 Germán

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