Si a mi abuela le hubiera contado que en alocados años veinte del siglo XXI hay profesionales o empresarios que se ganan la vida,—y muy bien-, poniéndose  delante de una cámara en su casa, hablando de sus cosas, contando chascarrillos e historias y que tienen millones de seguidores, seguramente hubierese arqueado la ceja y mirado de soslayo mientas negaba levemente con la cabeza.

Mujer de personalidad, mi abuela.

En los últimos días, ha sido noticia que el YouTuber “El Rubius” influencer muy conocido en las redes sociales quiere cambiar su residencia de España al Principado de Andorra, por motivos fiscales, ya que en el Principado la presión de los impuestos es sensiblemente menor que es el Reino de España.

Hablando con un amigo el viernes, me preguntó por qué él no podía también cambiar su residencia y trasladarse a Andorra a disfrutar de la naturaleza, la vida tranquila, los paisajes, de la fiscalidad amable y de paso, dirigir su empresa por Zoom.

El sistema impositivo está preparado para dar respuesta a la economía del siglo XX, pero no está preparado para dar respuesta a la económica del siglo XXI. El desarrollo de la economía digital va muy por delante de la legislación fiscal. La realidad tecnologica ocasiona muchas dificultades para someter a imposición a una nueva economía economía descentralizada, en la que un youtuber tiene la capacidad de obtener ingresos, con independencia del lugar donde se encuentre. 

El Gobierno español retiró a Andorra de la lista de paraísos fiscales, existe un convenio de intercambio de información, por lo es totalmente legal que un contribuyente español traslade de manera efectiva su domicilio fiscal a Andorra. No es una actuación contraria a la Ley. En este caso, no se aplica la cláusula de "cuarentena fiscal", por la cual, todo contribuyente español que quiera trasladar su residencia a un paraíso fiscal, deberá seguir tributando en España el ejercicio del traslado y los cuatro siguientes.

Trasladar la residencia a Andorra entra dentro de la “economía  de opinión”, es decir, el ciudadano puede elegir entre varias opciones, la más ventajosa para su economía y sus intereses. No hablamos defraude fiscal, no hay engaño. Con independencia de la opinión de cada uno, el contribuyente es libre de cambiar la residencia fiscal con la finalidad de pagar menos impuestos. 

Sin embargo,  hay que tener en cuenta una serie de consideraciones, ya que el cambio debe de ser efectivo, real, los servicios de inspección de la Agencia Tributaria, van a poner todo empeño para comprobar que el cambio no es un artificio, no es una simulación.

Hay muchos ejemplos de personalidades públicas que habían cambiando su domicilio fiscal, cuando en realidad no había sido un cambio efectivo y seguían viviendo en España.  Un conocido campeón de motociclismo, un hijo de un aristócrata europeo con un museo en Madrid, una famosa cantante que cantó el himno del mundial que ganó España. Ninguno se ha escapado al ojo escrutador de la Hacienda.

Todos ellos cambiaron -de manera artificiosa, según la AEAT- su residencia fuera de España y fueron objeto de regularización con fuertes multas y obligados a pagar los impuestos, que presuntamente, habían defraudado.

Si el Ojo de Sauron tributario cree que te has cambiado de residencia de forma artificiosa, va a desplegar toda su actividad investigadora: como rastrear las redes sociales, comprobar el uso de la tarjeta de crédito, consumo de luz, agua, gas, etc.  Incluso en el caso de la cantante, preguntaron en la peluquería donde se hacía las mechas. 

El primero de los criterios para saber si eres residente fiscal español es si vives más de 183 días en España, en ese caso, eres residente fiscal español. La AEAT rastreará todas las apariciones en el territorio español de de los “influencer” que se han trasladado a Andorra para comprobar que el traslado al Principado ha sido real. 

El segundo de los criterios es dónde radica el “centro principal de sus intereses económicos” es decir, si te mudas a vivir a Andorra, pero tus negocios, tus rentas, tus inmuebles continuan en España, se entiende  que el centro de tus interés es continua en España por lo tanto eres residente.

Por lo tanto, aquella persona que tenga una empresa en España y pretenda dirigirla desde el Principado, sentado tranquilamente desde la terraza de su ático, disfrutando de las vistas, debe de tener cuidado. La AEAT va a entender que sigue siendo residente en España y tiene que pagar tus impuestos aquí. La AEAT es un organismo extremadamente eficaz cuando entiende que debes pagar los impuestos en España.

En este punto puede generar problemática, pues en el caso de los influencer, su actividad económica no está muy claro dónde está el centro principal de sus intereses. Ya que el mercado de sus seguidores tiene una proyección mundial, las plataformas utilizadas y las multinacionales tecnológicas no son españolas.

Podría suceder, que el Fisco obligara a pagar por el impuesto de los NO residentes a los inflencer que vinieran a España a eventos especiales, como ocurrió con los motociclistas españoles que han sido obligados a pagar por las carreras que se celebraran en España: (no olvidemos que son cuatro, Jerez, Monmeló, Motorland y Valencia).

No es de extrañar que Hacienda ponga la lupa a algún de los influencer que se han ido a Andorra, e investigara si el traslado ha sido formar o real, por si hay que dar algún escarmiento fiscal público. 

En definitiva, el contribuyente que pretenda trasladar su residencia debería seguir una serie de consejos básicos. 

En primer lugar, presentar el modelo 030 para notificar a la AEAT el cambio de residencia, cancelar todas las cuentas corrientes, vender todos los inmuebles y llevarse todos los activos contigo, llevar un control muy estricto de los días que transcurren en España para no sobrepasar los 183 días, tener muy claro que la fuente de intereses económicos está descentralizada y no es España.

Si estás pensado en irte de España para pagar menos impuestos, es mejor que antes me llames y hablemos porque no es tan se sencillo como puedas ser hacer el petate e irte a los Pirineos.

Germán.

Foto. Cris Tagupa -https://unsplash.com/photos/SbuNrq6hARE